Mayte Vieta (Blanes, 1971)
Mayte Vieta siempre ha pretendido dar la vuelta a la realidad, tal vez porque solo así podemos llegar a contemplarla en su apariencia más cruda y descarnada.
Su obra es una invitación a la contemplación, sin duda un pequeño guiño, un trayecto que envuelve al espectador, con la intención que sea él mismo el que formule sus propias respuestas.
Siempre vinculado a la vida y, tras ella, la muerte, se dirige hacia un estudio complejo de sentimientos arraigados al dolor y la preocupación por encontrar nuevas propuestas de lenguajes y materiales con el fin de mostrar sus obsesiones, miedos y dudas.